17.5.06

Irene

pues parece que hoy tampoco va a aparecer, qué extraño, para el primer intento fallido había una razón, se esforzó en explicarla detalladamente, con mucha gracia como siempre, y además me dio su móvil por si quería convocar un segundo intento, no hace eso quien no está dispuesto a acudir

qué agitación dentro del cuadrado de la barra del bar, el camarero de canas rapadas con pendiente se cruza con la chica morena todo piel afuera como en una coreografía de precisión, no se rozan siquiera, intercambian indicaciones rápidas e ininteligibles que refuerzan el misterio del ritual, y contrasta con la quietud agitada de las conversaciones concéntricas, todos a lo suyo pero de frente al altar, todos cumpliendo su papel menos el que está sólo, un poco despistado ahí con su traje y corbata

aunque también puede estar indecisa, y no quiere asumir la responsabilidad de ser ella la que lo impida, no quiere reconocer su miedo, ¿a qué?, ¿o es pereza?, puede estar cansada de tanta mediocridad, comprendo su escepticismo, es terrible la expectativa de perder una tarde con un plasta

las dos chicas maduras con cara de gata, deben ser hermanas o primas o algo, demasiado arregladas se adivina la belleza que fue, la que habla mira mucho alrededor, habla de algo que le duele, desconfía, sabe que la miran, está acostumbrada, pero antes la miraban más, un cachondo fondón algo bebido del grupo de al lado se acerca a decirles algo y las dos se miran abriendo mucho los ojos sin hacerle caso y se va orgulloso, me entretengo un rato intentando imaginar lo que les dijo, no conozco esas tácticas, nunca supe ligar en frío, soy incapaz de imaginar esa frase, los más cercanos son un grupo grande que no para de reír muy alto, uno de ellos habla con voz afectada y llego a tener la tentación de creérmelo aunque no casa con las risas hasta que responde a una llamada del móvil, cuando sale fuera para poder hablar el matón de la cazadora motera le indica de malas manera que vuelva adentro, no se puede salir con los vasos, los nuevos tiempos postprotestas vecinales, trabajo feo, ingrato, entra de vez en cuando a pedirle un vaso de agua a la todo piel afuera que siempre le guarda una sonrisa, por eso vuelve, y porque después de la lluvia son pocos todavía a los que se les ocurre salir con la cerveza

pone todos los medios para que se produzca pero luego es fácil no acudir y buscar una excusa, se lo puse en bandeja con lo del destino y que lo íbamos a vencer, ahí tiene la excusa perfecta, nadie vence a su destino, la muerte en samara, estamos haciendo exactamente lo que estaba predeterminado que hiciéramos para que no nos conozcamos nunca, cada paso que creemos de acercamiento nos aleja, como los sepultados en el alud que desorientados escarban hacia abajo

esos tres en la calle no deben de pasar de los catorce y hablan a la vez mientras andan deprisa, exagerando, porque sólo interesa lo que sea un canteo, lo demás raya un poco, son varios los grupos que pasan y en la mayoría uno de sus miembros mira y hace amago de entrar, qué distinta es la gente, no acabaríamos las variaciones ni en millones de universos y sin embargo hay algunos tan parecidos, todos somos una casualidad prácticamente imposible, ese viejo es ya la tercera vez que pasa con la bolsa de la compra llena y me imagino las razones empezando por las más literarias, intentando alargar un rato placentero, cada paso es regalo del tiempo, cada segundo es toda la vida, y luego más pedestres como que no desea llegar a casa, la calle oscura y brillante y ruidosa de agua es más agradable que la casa oscura y rancia y muerta, que la compañía oscura y vieja, o que el médico le ha aconsejado andar todo lo que pueda, cada paso que dé retrasa algo la silla de ruedas, todavía volverá a pasar otras tres veces, como las repeticiones de las películas de buñuel, es el mismo instante o es otro, es el mismo viejo o ya cambió

debe de ser guionista, seguro, escribe muy bien, domina texturas, tonos, tiene mucho oído con los lenguajes naturales, y trabaja en el cine eso seguro llegó tarde porque venía de un rodaje desde un pueblo donde el viento da la vuelta, no eso no lo dijo ella pero casi, desde luego no para de ver películas es el leit motiv más fuerte del blog, y se queja siempre de que le están presionando con los plazos, tiene que ser guionista, la profesión creativa peor tratada del mundo, de ahí su amargura entrelazada con su ironía y vitalidad, es brillante, y rubia con ojos azules, el tópico de la belleza fotogénica, en su fotos con su cara siempre sobreexpuesta para ocultarse se adivinan su pelo y sus ojos, y además me lo confirmó en su explicación del primer fallido, pensó que yo podría estar observándola descojonándome, qué gracia yo pensé lo mismo, el miedo al ridículo, no es el miedo a que nos descubran sino el miedo a que nos lo muestren, nos presenten a nosotros mismos, la belleza es justo el límite de lo que podemos soportar, ángeles terribles, y somos nuestra careta y el mapa es el territorio y a mí también me cuesta el encuentro pero no se conoce gente interesante todos los días, más bien casi ninguno

la chica grande de ojos grandes, me gustan sus hombros, quiero pensar que se pone de frente al hablar con él para que yo la vea, tiene que ser así porque si no qué mierda la vida oye, y él está sentado en la barra dándome la espalda porque ahí están las escaleras y se puede sentar así, y me gustan sus hombros desnudos, y voy a tener que pedir la séptima a la toda la piel afuera con tatuaje asomando desde la pelvis, el vértigo de los límites del cuerpo, valente recordando el vértigo adolescente mientras se moría, qué es la vida sin vértigo me suicidaré cuando no pueda follar, salgo afuera a llamar pero pago antes para no merecer la atención del chupa motera

y la tensión de poder oir a Irene por primera vez y la desilusión del buzón sin su voz y yo sí digo algo, a la tercera, ella tendrá mi voz para qué, esto es una qilipollez y de repente se me estrangula el esófago porque descubro que dentro al fondo hay una rubia con ojos azules y sola, no la vi porque la tenía justo detrás antes de salir, tiene que ser Irene seguro, pero en ese bolso no le cabe lo que..., pero tiene que ser ella, me está mirando y sería mucha casualidad ¿no?, pero ahí no le cabe, estoy a punto de acercarme pero de pronto pienso que soy el único de corbata de todo el bar y se lo advertí, ella tendría que saber que soy yo aunque ahora esté fuera, tendría que hacer alguna señal de reconocimiento, por mínima que fuese, me mira porque la miro eso es todo, sostiene la mirada sin crispación, no le disgusta el juego, a lo mejor sólo curiosidad, es muy guapa pero no puede ser Irene, cuado llega su acompañante se confirma, la ley de probabilidades se va a la puta mierda, sólo podía ser Irene y increíblemente no lo es

***

Cada paso que dé es un aplazamiento más de la silla de ruedas. Cada paso que dé. Pero un aplazamiento de cuánto doctor. ¿Un día por cada paso? No hombre no exagere, usted piense que es un retraso, el que sea, por una hora ya merece la pena, por un minuto, aproveche todos los momentos que pueda, al ir a la compra por ejemplo. Qué jeta el doctor. Él no está viejo. Aún. Ya le llegará ya al hijodeputa. Debe de ser ése que mira afuera. Seguro, está solo y lleva corbata. Es más joven de lo que pensaba. Y esa mirada. Un poco melancólica. A lo mejor sólo la ansiedad que le pone ese brillo. ¿Sonríe? Me lo ha parecido por un momento. No jugaré más con él. Ya tiene de sobra para una temporada. Give me a kiss to build a dream on. Louis, Louis, Louis, no dejar de jugar hasta el final. Sólo una pasada más, y me voy a casa. No me mires así hombre, los mejores paraísos no son los perdidos. Hay que tener cuidado con lo que deseas. Y no porque se pueda cumplir, sino porque tus sueños son la materia de la que estás hecho. Nunca sabrás lo que me debes. Cómo pesa la maldita bolsita.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Que bonito y triste. es un encuentro blogero no? ¿es real? me encanta como escribes. Besos

Lis

9:15 a. m.  
Blogger Rafa said...

Hola Lis, muchas gracias por tus visitas y comentarios.

No, no es real. Irene no existe, y el narrador tampoco. Como la vida misma. Las experiencias pueden ser propias o ajenas, si no puedes con ellas la mejor catarsis es convertirlas en literatura.

Se convierte en literatura lo que se ama, lo que se desconoce o lo que se teme. Cuando se hace con el amor se vuelve confuso y desconocido, y da miedo. Cuando se hace con lo desconocido se aprende a amarlo, y a temerlo. Cuando se hace con lo que se teme...

Bueno, no es más que un juego de palabras. Como la literatura. Como la vida. Besos.

9:21 a. m.  

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