Ofelia y Xingjian
Cuando era pequeño me impresionó profundamente un cuadro, el "Ofelia" de J. E. Millais, uno de los más afamados prerrafaelitas. Ahora sé gracias a la exposición que se celebra en la Fundación La Caixa de Madrid que esta hermandad de artistas del siglo XIX se creó como reacción ante la evolución del arte en plena revolución industrial, evolución que para ellos se había terminado justo antes del renacentista Rafael (como hay quienes piensan que la historia de la música se acabó en Bach o que toda la filosofía después de Platón es sólo una profusa revisión de su pensamiento).
Este cuadro ha venido acompañándome toda mi vida en un rincón olvidado de mi memoria. Tan olvidado que cuando leí hacia 2003 en “La Montaña del Alma” del Nobel Gao Xingjian el pasaje de las ahogadas que reproduzco a continuación no lo relacioné con el cuadro: me hizo revivir poderosamente la antigua impresión infantil, ahora enriquecida con la poesía de Gao, pero no me acordé del cuadro:
"A continuación, una pesada respiración llega a tus oídos. Crees que este ruido procede del río, pero poco a poco distingues unas mujeres que se ahogan. Lloran, gimen, pasan una tras otra cerca de ti, con los cabellos desordenados, el rostro del color de la cera y descolorido. En las pozas, entre las raíces de los árboles hundidos en las aguas, resuenan los lúgubres golpes de las ondas. El cuerpo de una muchacha suicidada desciende la corriente, con los cabellos desparramados. El río discurre en medio del bosque de un negro de tinta que forma una pantalla impenetrable delante del cielo y del sol: las mujeres ahogadas pasan rozándote entre suspiros, no piensas en absoluto en ir en su ayuda, ni siquiera tú mismo quieres salvarte."
Creí que mi conmoción se debía simplemente a que Xingjian había explotado con acierto algo así como un mito colectivo, una extraña pesadilla compartida por una cultura o una generación. Hasta que la semana pasada vi el cuadro en los periódicos, y lo relacioné todo: ¡era mi cuadro, y... creo que es imposible que Gao no lo tuviera presente cuando escribió ese pasaje!
3 Comments:
¿como reacción ante la evolución del arte en plena revolución industrial? Estaban contra la evolución del arte o contra la evolución industrial?
¿Te refieres a los luditas?
B y sole, gracias por la visita.
marmarfil, tu comentario me hace ver que tenía que haber puesto vínculos ilustrativos. Brevemente, “en principio” no tienen nada que ver ambos movimientos, salvo que ambos son ingleses: los luditas son un movimiento obrero de 1811 dirigido contra las máquinas sustitutivas del trabajo humano, el germen de lo que serán los movimientos proletarios a partir de entonces, y los prerrafaelitas son un movimiento artístico de 1848, que a pesar de su aparente reaccionarismo tienen su objetivo común en la ruptura contra el academicismo victoriano vigente, recuperando la libertad y espontaneidad renacentista y anticipando los movimientos artísticos venideros. Y subrayo en principio porque el XIX es el siglo de las revoluciones, sociales, políticas y artísticas, y no es difícil encontrar vínculos entre todas ellas. Muchas gracias por tu comentario, pondré enlaces.
vireta, defines muy bien la pintura de Dalí (hiperrealismo surrealista) que a mí también me gusta mucho aunque sea tan “políticamente incorrecto”. Pobre Ofelia, y pobre Hamlet, todos tenemos un poco de los dos: los cadáveres exquisitos sólo los pueden hacer los jóvenes, un ideal romántico que se cura con el tiempo, para después son más prácticos los puentes, o el divorcio, o el cambio de peinado.
Conmoción. Ésa es la palabra que define las sensaciones que recorrieron mi cuerpo al descubrir ese cuadro. Y verlo ahora después de tanto tiempo...
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