La suerte de los ciegos
"Qué suerte tienen los ciegos, papá."
No miré hacia abajo cuando le pregunté porqué al niño de 5 años que llevaba de la mano al colegio.
"Pues porque ellos pueden ver a los unicornios."
Seguí sin volver la mirada. Y recordé que la noche anterior me había preguntado por la muerte, y también por el lugar donde viven sus animales favoritos, los unicornios.
No miré hacia abajo cuando le pregunté porqué al niño de 5 años que llevaba de la mano al colegio.
"Pues porque ellos pueden ver a los unicornios."
Seguí sin volver la mirada. Y recordé que la noche anterior me había preguntado por la muerte, y también por el lugar donde viven sus animales favoritos, los unicornios.
posted by Rafa at 15:35
6 Comments:
Bendita sea la mirada de los niños...
Los unicornios si que tienen suerte...
maRia, completamente de acuerdo. Nuestra lucidez de adultos depende de que seamos capaces de conservar la (bendita) mirada de los niños. No hay nada como tener hijos para mantenerse entrenado ¿eh? (también valen los sobrinos, y luego los nietos...).
G, ¿tú crees? Yo creo que el poder de los sueños no está en lograr que exista aquello que crees, sino en lograr que vivas como si existiesen. O sea, la clave de la felicidad no es su propiedad sino su usufructo...
los niños, y pensar que hemos dejado a uno atrás.
con los ojos cerrados se ven tantas cosas.lo malo es que ahora hay que proponerselo.
megusta
siloam, creo que no es malo que haya que proponérselo, es parte del proceso de maduración.
Miró decía que para pintar como un niño (y que a eso se le pueda llamar arte) primero hay que pintar como un hombre (es decir pasar por el proceso de aprendizaje y maduración). Una de las claves de la sabiduría es desaprender, pero antes hay que haber aprendido. El sabio no es el niño, es su mirada, y para que un adulto vuelva a recuperar esa mirada tiene que haber andado todo el camino. (¿Has leído el maravilloso Siddharta, de Hess? Al final vuelve al mismo río del que partió, pero él es otro. Es más probable que hayas leído el plagio descarado de esta novela que es El Alquimista de Coelho: el pastor encuentra lo que busca en el sitio de donde partió, pero tampoco es el mismo).
Perdón por el rollo...
Hola AQUI, muy oportuna la cita invisible, y muy bonito el blog y el post. Y tú, ¿sólo paseas? Gracias por la visita.
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