"El arco iris de gravedad"

“Tú vas de sueño en sueño dentro de mí. Tienes acceso hasta el último rincón de mi mezquindad, y allí, entre los escombros, has encontrado la vida. Yo no sé cuáles de todas las palabras, de todos los sueños, imágenes y fantasmas son “tuyos” ni cuáles son “míos”. Está más allá de la selección. Ahora somos algo nuevo, algo increíble...”

Una simple muestra de este libro genial, una obra maestra y legendaria del siglo XX. Su leyenda se acrecienta aún más por la misteriosa personalidad de su autor, el norteamericano Thomas Pynchon, que nunca ha condedido una entrevista nadie, y que nadie conoce incluidos sus propios editores. Cuando ganó el National Book Award por esta novela envió a un amigo actor para hacerse pasar por él al recogerlo.

Única foto conocida de T. Pynchon

La curiosa desaparición de su brillante expediente universitario, la pérdida de la documentación del servicio militar, que fue quemada, aumentan el misterio de un escritor genial que huye de la fama: vaya contraste con estos tiempos en los que la fama es considerada por tantos como un fin en sí mismo, y la buscan a costa de lo que sea, incluida la exposición de su propia degradación como espectáculo (ante los espectadores que lo disfrutan desde la propia).

No es una novela fácil de leer. Como su gran antecedente cercano Faulkner al que se le asemeja por la crítica, como el más lejano Joyce, y como sus sucesores más o menos afortunados, entre los que está DeLillo, su lectura requiere el esfuerzo de desentrañar la compleja estructura de su lenguaje y sus referencias para instalarse en una complicidad que va revelando gradualmente un mundo fascinante, repleto de vitalidad, sátira moral, social y política, profundidad psicológica y lirismo.

Una joya algo secreta y misteriosa pero con multitud de seguidores, sobre todo en su país.