12.5.05

Subsuelo D

Para Jony
- ¿Pero quién coño ha tirado esta ropa en el váter?

- Yo. Es para lavar.

- ¡Pe... pero papá! ¡¿En el váter?!

- Sí, ¿qué pasa...?

Un año después todavía lo vi en la playa, sentado en su hamaca leyendo, devolviéndonos el saludo con una sonrisa, sin mirarnos. Tenía el periódico al revés.

5 Comments:

Blogger Rafa said...

El absurdo nos muestra el esqueleto de la vida. El padre de Jony era un hombre bueno; hoy no es un hombre. Las cosas han mejorado un poco, ya no grita por las noches. Claro que hay cosas peores que la muerte.

4:02 p. m.  
Blogger Ana María said...

¡Que triste!Cuando lo duro debe de ser la muerte no la antesala. ¡Qué miedo le tengo a eso!

7:25 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es triste sí, lo que pasa es que pienso que tal vez lo sea para los que lo vemos, ojalá ellos no se enteren: hay un territorio al inicio, confuso. Yo no me canso de repetir a los familiares, cuando se asustan ante un desoriente nocturno, que no se lo recuerden por la mañana, suelen no recordar.
Es durísimo ver a un ser querido así, pero debajo de el nuevo extraño está la persona que queremos, siempre.
(el periódico al revés es muy tierno, al fin los hábitos)
besos

siloam

7:49 p. m.  
Blogger Lulamy Angouleme said...

Jodidos neurotransmisores...
Dicen que lo mas triste es no tener recuerdos. Y a veces pienso, cuando me canso de pensar y prefiero olvidar ciertas cosas, que qué pasaría si un día empiezo a olvidar.
La decadencia siempre produce sensación de soledad, pero imagina una cabeza vagando sola sin rumbo.
Besazo

8:26 p. m.  
Blogger Rafa said...

maruja, la muerte dura es la de los demás, la de los que queremos. La propia, no nos importará. Gracias por venir.

Hola siloam. Ese aferrarse a un pediódico que ya no se entiende yo creo que no era para disimular sino para creerse que aún quedaba un pedazo de normalidad. Nos sonreía sin reconocernos, como un niño. Besos para ti.

Qué sorpresa Lulamy, me alegro mucho de tu vuelta (hace mucho que no me río, en los blogs). Ya escribí una vez sobre el olvido, en gran parte somos nuestros recuerdos, sin ellos sómos un globo en el aire, pero somos, comoe el piano man ése que toca como los ángeles, sin saber quién es. Besazo para ti.

8:56 p. m.  

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