30.3.07

soy mar

Luis Muiño dixit: "...al fin y al cabo nuestro cuerpo no es más que agua de mar organizada". "Y nuestro espíritu", pensé automáticamente en el coche mientras oía mi querida Radio 3.

Creo que no se puede decir algo tan maravilloso con menos palabras y más acertadas. El axioma no es suyo, pero Muiño tiene la rara habilidad de renovar las ideas asociándolas con contextos nuevos (quizá toda la literatura no sea nada más, y nada menos, que eso).

El agua sigue siendo un gran misterio para los científicos, cuyos descubrimientos les acercan cada vez más a los mitos antiguos, que intuían el agua no sólo como origen de la vida sino como superorganismo con vida propia (su "mecánica" es diferente de la del resto de los elementos del universo conocido). Se empieza a hablar de "la memoria del agua" por su capacidad de guardar la memoria de los elementos que ha disuelto (el principio de la homeopatía), y posiblemente de la evolución entera de la vida.

"El agua de mar de mis células reacciona recordándome que soy mar" dijo Jacques Cousteau, y los que sabemos de la fascinación serena, íntima y cósmica del mar recordamos desde lejos nuestra intoxicación incurable.

"Cuando el hombre salió del mar se llevó el océano consigo" dijo el fisiólogo Claude Bernard, y me acuerdo de una extraña novela de Ítalo Calvino que leí hace millones de años, "Tiempo Cero", en la que el agua es uno de los leitmotiv, y en la que el protagonista se sabe un el resultado biológico de los peces ancestrales que para vivir en la tierra se dieron la vuelta como un calcetín, dejándose el espíritu fuera y guardándose el universo, el mar, dentro. O algo así, tengo que volver a leerla (me da miedo releer, no vaya a quedarme ya para siempre en la relectura como Borges y renunciar a lo nuevo, el principio del final).

Leer, leer, leer es recordar, y recordar es volver al mar. De donde quizá nunca hemos salido (soy una gota de agua que sueña que es un hombre, que sueña que es una gota de agua que...).

4 Comments:

Blogger Rafa said...

Un descubrimiento el Luis Muiño éste, y como tantas veces gracias a Radio 3.

Esto de la psicoterapia asociada al arte y el pensamiento me recuerda a un viejo y querido amigo psicólogo al que perdí la pista, Javier del Amo, que recetaba literatura a sus pacientes, a cada uno la obra u obras que mejor pudieran ayudarle a entender y superar su problema. Vamos, lo de que más vale Platón que Prozac como nos contó Lou Marinoff, sobre todo porque es mucho más barato y divertido, y se conoce gente.

10:43 a. m.  
Blogger G. said...

Yo, que estaba apurada, corriendo por mi cuarto que si pendientes que si cambio de bloso, que si calcetines, me quedé un momento detenida al escuchar esa frase. Y me dije, yo soy eso. Agua de mar organizada. Le da una nueva dimensión en mi cabeza al hecho de ser humano y al hecho de ser animal.

Un besazo

4:21 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Por eso dicen que suicidarse en el mar es como volver al principio.bonito post.besos

LIs

12:53 p. m.  
Blogger Rafa said...

Gracias gepunto, me gusta eso de haber interrumpido tus prisas con un poco de agua "con las prisas olvidaba / que tengo que morir". Y que vivir. Besos.

Sí Lis, vestida de mar como Alfonsina. Besos.

6:41 p. m.  

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